se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar
por camiones y ciclistas, se caen por la ventana,
y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.
Cuando un Cronopio canta, las Esperanzas y los Famas
acuden a escucharlo aunque no comprendan mucho su arrebato
y en general se muestran algo escandalizados.
En medio del corro el Cronopio levanta sus bracitos como si sostuviera el sol,
como si el cielo fuera una bandeja y el sol la cabeza del Bautista,
de modo que la canción del Cronopio es Salomé desnuda
bailando para los Famas y Las Esperanzas
que están ahí boquiabiertos y preguntándose si el señor cura,
si las conveniencias.
Pero como en el fondo son buenos(los Famas son buenos y las Esperanzas bobas),
acaban aplaudiendo al Cronopio, que se recobra sobresaltado,
mira en torno y se pone también a aplaudir,pobrecito.
HISTORIAS DE CRONOPIOS Y FAMAS
JULIO CORTÁZAR
3 comentarios:
¡Qué bien elegido el fragmento que compartiste, Roxana!
Un beso :)
¡Gracias,Blanquita!!
A Ud le debo mucho por la buena onda y el laburo, para que éste blog tomara forma.Estoy en deuda, tengo que ir a cebar esos mates prometidos, y a pedir nuevos consejos ; )
Un gran abrazo.ROXANA
Ja ja ja!! Que maravillosos son estos cronopios!.
Como me hacen reir.
Hermoso libro.
Saludos Roxana!.
P.d.: Te acordás del quilombo que armó en la oficina de correos el cronopio que fué a mandar una carta?
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